¡¡YA A LA VENTA!!

¡Al contrario! La cristalización es la garantía definitiva de que es miel pura. Si la quieres líquida, caliéntala suavemente al baño maría sin pasar de 40°C.

La miel industrial suele pasteurizarse (calentarse) para que no cristalice, lo que mata sus propiedades. Nuestra miel cruda es un alimento vivo: nunca se calienta, conservando todas sus enzimas y beneficios naturales.

Es una cuestión de tiempo, casi una carrera contra el reloj. A diferencia de otras mieles, la floración del granado en el sur de Alicante tiene una ventana crítica de apenas 14 días en mayo. Es una apuesta de "todo o nada": si llueve o hace excesivo calor durante esas dos semanas, la cosecha se pierde. Por eso la clasificamos con una rareza de 8.5/10. Es un sabor único nacido de un capricho climático.

La miel de Acebo es nuestra joya más esquiva (Rareza 9.5/10). No se cultiva; depende de bosques protegidos de alta montaña y de un factor botánico único: el acebo es dioico (tiene árboles macho y hembra separados).
Para conseguir esta miel, necesitamos encontrar bosques salvajes con una densidad perfecta de árboles macho (los que producen polen). Es una "miel fantasma": extremadamente difícil de encontrar pura, con un perfil ámbar claro y notas salvajes que la hacen inolvidable.

La diferencia está en el origen de su exclusividad:

• Serie Limitada: Su exclusividad viene de la escasez natural. Son mieles de "autor" (como Acebo o Granado) que la naturaleza solo nos regala cuando se dan condiciones excepcionales. Cuando se acaban, no vuelven hasta el año siguiente (si hay suerte).
• Serie Summum: Su exclusividad viene de la perfección técnica.
  Es miel que esta casi disponible todo el año, es miel que ha superado los análisis de laboratorio más estrictos (HMF, humedad, polen) para garantizar una calidad de "Matrícula de Honor".

"Summum" es nuestra garantía de excelencia científica. No nos basta con que la miel sea rica; exigimos que tenga unos parámetros de laboratorio perfectos. Una miel Summum certifica:

1. Frescura total: Niveles muy bajos de HMF, lo que demuestra que no ha sido calentada ni pasteurizada.
2. Vida: Alta actividad enzimática (diastasa), conservando sus propiedades probióticas.
3. Pureza: Un análisis polínico que confirma su origen botánico exacto y alta concentración del mismo.

Son los dos indicadores que separan una miel viva de una miel muerta (industrial).

• HMF bajo: Garantiza que la miel es fresca y no ha sufrido "estrés térmico".
• Actividad Diastásica: Mide las enzimas que las abejas aportan a la miel. Si la miel se pasteuriza, estas enzimas mueren. En Mieleros Summum, garantizamos que estas propiedades llegan intactas a tu mesa.

Porque entendemos la Serie Summum como la miel de cabecera para familias exigentes. Hemos diseñado este formato para quienes consumen miel a diario y buscan seguridad alimentaria, sabor superior y textura perfecta en cada desayuno, sin tener que racionar un tarro pequeño de colección.