MATARROMERA CRIANZA

Sumérgete en la elegancia icónica de Ribera del Duero con Matarromera Crianza, un vino que es mucho más que una crianza; es casi un culto para los amantes del buen vino. Desde su primera añada en 1994, ha sido un referente de calidad y una de las señas de identidad de Bodega Matarromera. Elaborado con 100% Tempranillo (Tinta Fina) de viñedos seleccionados, este vino con 14,5% vol. de alcohol es un ejemplo de equilibrio, potencia y una impresionante capacidad de guarda.

Cata:

• Vista: Muy cubierto de capa, limpio y brillante, con un intenso color rojo picota y ribetes granates.

• Nariz: Aromas de gran intensidad y complejidad, donde destacan potentes frutas negras muy maduras (moras, zarzamoras, guindas, grosellas), en excelente armonía con tonos especiados de la crianza en madera limpia, con torrefactos, regaliz, café y vainilla.

• Boca: Intenso, corpulento y elegante, con un paso generoso. Se muestra muy amplio, vivo, con un equilibrio perfecto entre unos recios taninos maduros que auguran un excelente futuro y sensaciones frutales y especiadas. El final es potente, voluminoso y muy persistente.

Elaboración: Las uvas Tempranillo se seleccionan de viñedos propios en la Ribera del Duero. La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. La crianza tiene lugar durante 12 meses en barricas de roble americano y francés, seguida de un mínimo de 12 meses de afinamiento en botella, lo que le confiere su característica complejidad y redondez.

RECONOCIMIENTO ESPECIAL: Matarromera Crianza es un vino de prestigio mundial, que en su primera añada (1994) se alzó con el título de "Mejor Vino del Mundo" en un concurso internacional de la OIVE. Además, es un habitual en las listas de los TOP 100 de Wine Spectator y recibe constantemente 90+ Puntos de críticos como Tim Atkin y la Guía Peñín.

Maridaje: Un vino muy versátil que marida perfectamente con todo tipo de ibéricos (jamón y lomo), quesos especiales, curados y semicurados. También es ideal para cualquier tipo de carne, tanto blanca como roja, así como platos de pasta o arroces contundentes. Servir a una temperatura de 16-18ºC.